HOJA VIAJERA No. 004 OCTUBRE 2015
CENTRO DE INVESTIGACIÓN
DE LA ENSV
CONCLUSIONES DE POLIFONÍA 004
La autoridad
pedagógica no se exige, se gana a través de las acciones pedagógicas
pertinentes con el contexto social e
histórico de los estudiantes.
No basta con el
saber disciplinar, sino la manera como se llegue a los estudiantes.
La autoridad pedagógica no pasa desapercibida,
pues quien la posee se destaca
frente los demás.
El maestro
mediocre toma como principal recurso el autoritarismo para justificar su
ineptitud.
La autoridad
pedagógica se construye colectivamente, es un ejercicio donde quien posee la
autoridad se ha ganado el respeto y el reconocimiento de todos los sujetos
implicados en esta relación.
Cuando la
autoridad se ha construido de manera conjunta , se reconoce por voluntad propia, mientras que si la
autoridad se ejerce por imposición, es tomada por los demás
sujetos como una obligación.
Es clave saber
diferenciar la autoridad social de la
pedagógica, teniendo en cuenta que la autoridad social es aquella en la que un
grupo de personas selecciona
colectivamente a una persona para que oriente al equipo, cuando hay autoridad
pedagógica, los sujetos se auto determinan y son capaces de reflexionar y
autoevaluarse a fin de mejorar las
relaciones con el otro.
Se hace
necesario cambiar el concepto de autoridad, teniendo en cuenta que
ésta no se impone sino por el contrario,
se reconoce.
Cada persona en su identidad debe reconocer su autoridad
teniendo en cuenta su realidad dialéctica, costumbres valores y contexto.
Al reconocer la
propia autoridad hay que saber actuar no solo como sujetos individuales sino
sociales.
La diferencia
entre autoridad y autoritarismo radica en que al hablar de autoridad se habla
del reconocer a alguien como sujeto de saber no solo de manera individual,
sino de manera conjunta- colectiva asumiendo así a todos como sujetos de saber, mientras que
el autoritarismo es sinónimo de transmisión e imposición.
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