HOJA VIAJERA No. 13 FEBRERO 10 DEL 2017
CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE LA NORMAL
Evidencias Fotográficas decimotercero encuentro de Polifonía
Síntesis de Polifonía No. 13
A partir de las discusiones
que se generaron con los
estudiantes del Programa de Formación Complementaria de Educadores, se
concluye:
En la escuela no deberían
implementar las tareas como una
estrategia formativa porque contribuyen
a que el estudiante asuma una actitud negativa, llegando a que éstas no las haga el estudiante, sino sus
familiares.
Si se llegase a dejar tareas,
esto deberá tener una finalidad que
permita promover la construcción del conocimiento.
A lo largo de la historia se
ve cómo las o tareas han cambiado por la
tecnología, cómo el contexto genera una idea y una aplicación diferente de la tarea.
¿La tarea como domesticador?,
¿Cómo tranquilizante? La tarea debería ser un insumo para el desarrollo del
pensamiento, ¿eso sucede realmente? Si la tarea es transcribir, realizar
planas, copiar en el cuaderno el pensamiento de otros personajes, ¿esto para
qué sirve?
La escuela debe formar sujetos autónomos,
con pensamiento crítico, no máquinas reproductoras de pensamiento. Ahora que
estamos en un mundo donde la
tecnología está al alcance de todos,
debemos como futuros docentes utilizar
este medio de manera que promueva el
pensamiento crítico y la autonomía del estudiante.
¡Que la tarea promueva el
desarrollo del pensamiento! ¡Es un llamado urgente!
Como a partir de la experiencia,
el gusto, autonomía y creatividad, el estudiante puede realizar un ejercicio d búsqueda,
interpretación, comprensión, confrontación interacción con los aspectos
físicos, sociales y culturales, partiendo de que la denominada “tarea” deja de
ser una carga o una obligación que se realiza simplemente por una imposición y
un interés competitivo, por una nota y no hacia procesos de formación como
persona.
También es importante considerar
la escuela como un espacio democrático
en donde se evidencie el debate, el diálogo intergeneracional y el
respeto hacia las subjetividades.
La tarea cuando no tiene sentido y significado en relación con la movilización del pensamiento, es ciega
y ata al niño a cumplir por imposición.
Desaparecer las tareas debe ser un ejercicio de re significación permanente que potencie al sujeto
a partir de la pregunta como eje propicio para la indagación y la formulación de hipótesis
Las tareas asumen al sujeto como
un ser vacío que debe reforzar saberes sin sentido; más sin embargo,
ignora la divergencia del pensamiento y
la capacidad de construcción y
deconstrucción del conocimiento. Depende del maestro del siglo XXI
descolonizar y descentralizar la imagen
de las tareas y replantearlo desde la problematización y la construcción
intergeneracional entre el maestro como jalonado de procesos y el estudiante como un sujeto crítico,
protagonista de su propio conocimiento.
La finalidad de la tarea es la cantidad y lo
figural. El docente muestra interés
por el trabajo más bonito, mejor elaborado, la didáctica utilizada es el
dictado, repetir y repetir, copiar y copiar.
El docente se enfoca en el producto (trabajo) únicamente, sin
reconocer o identificar la
transformación o aprendizajes
construidos con la realización de las
tareas.
El sentido de las averiguaciones
lo llaman “investigación”, cuando realmente son consultas de temas.
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