HOJA VIAJERA N° 010 AGOSTO 2016
CENTRO DE INVESTIGACIÓN
DE LA ENSV.
DE LA ENSV.
Hoja viajera 10 de Ivan Gutierrez
Evidencias fotográficas del décimo encuentro de polifonía
Conclusiones del décimo encuentro
Las reflexiones planteadas por los estudiantes del Programa de Formación Complementaria de Educadores relacionadas con Complejidad y la Incertidumbre giraron en torno a estos interrogantes:
¿Qué plantea el paradigma de la complejidad?
¿Qué relaciones pueden establecer entre incertidumbre, complejidad y formación?
La complejidad plantea que el mundo es un escenario dinámico, cambiante y sobre todo complejo. En este orden de ideas, la incertidumbre configura el centro o la base fundamental de los procesos de cambio presentes en el mundo.
La complejidad de la realidad se origina porque está en constante movimiento, nada es estático; lo que hoy es verdad, en unos años ya no lo será es errado mantener certezas o verdades eternas ya que estamos inmersos en un océano de incertidumbre.
La incertidumbre es uno de los elementos constitutivos más importantes de la cultura contemporánea y está en el centro de los procesos de cambio que caracterizan nuestro tiempo. Atrás quedaron las certezas, las verdades eternas, los determinismos y los actos de fe como único instrumento posible para acceder al conocimiento.
Para la Escuela Normal Superior de Villavicencio, los docentes en formación debemos abordar una pedagogía desde la incertidumbre y la complejidad. Lo anterior implica en primer lugar, iniciar procesos de transformación de su forma de ver y relacionarse con el mundo, es decir, concebir el mundo de forma dinámica, compleja e integral. En segundo lugar, promover espacios de discusión en donde se reflexione acerca de los problemas de la desintegración y la fragmentación del conocimiento a la luz de principios teóricos.
La incertidumbre hace parte de la realidad social. Acercarnos a la complejidad implica descubrir lo invisible.
El mundo y la realidad son complejos y cambiantes, por ello, no es pertinente trabajar desde la fragmentación y la desintegración de los saberes.
Se hace necesario que el docente desde su formación tenga en cuenta la complejidad y la incertidumbre en su práctica en donde se permita reconocer el mundo como totalidad, y se tome lo incierto, complejo y cambiante como retos para reflexionar la práctica pedagógica.
Es importante resaltar que la incertidumbre y la complejidad se hacen visibles en la medida en que la educación de la oportunidad de la reflexión y la problematización.
La educación rompe sus paradigmas de la homogenización cuando interpreta la realidad como totalidad.
Cuando se educa desde la complejidad, se aprende a pensar desde un mundo cambiante e incierto.
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